La orina no es elaborada sólo por los riñones
Lo que conocemos por “orina”, el líquido que excretamos al exterior a través de la uretra, no es elaborada solo por los riñones sino que, como veremos, es elaborada por la acción coordinada del sistema o tracto urinario en su conjunto: riñones, uréteres, vejiga y uretra
De manera impropia al hablar de “orina” solemos referirnos sin distinción, no sólo a la orina que sale al exterior por la uretra sino también llamamos “orina” al líquido que una vez elaborado por los riñones desemboca en los uréteres. Y es que es preciso tener en cuenta que la “orina” que sale de lo riñones va a sufrir una profunda transformación a lo largo de su recorrido por el resto del tracto urinario.
Podemos dividir el proceso de elaboración de la orina en 3 pasos:
Primer paso formación de la “orina primaria”. En este primer paso tiene lugar la filtración del plasma sanguíneo por parte de los riñones.
¿Qué es el plasma sanguíneo? El plasma sanguíneo es la fracción líquida de la sangre, esto es, la sangre desprovista de células, células tales cómo los glóbulos blancos y glóbulos rojos.
El filtrado de plasma en los riñones, por parte de los “glomérulos renales”, se denomina “orina primaria”. La composición de la orina primaria es muy similar a la del plasma sanguíneo, exceptuando las moléculas más grandes del plasma, las cuales no pasan este primer filtrado renal.
Los riñones filtran unos 1500 litros de sangre al día lo que genera unos 170 litros de orina primaria. La orina primaria va a parar a los “túbulos colectores”. Los túbulos colectores están en conexión con la sangre a través de capilares sanguíneos de les rodean.
A lo largo de los túbulos colectores se produce un doble intercambio de substancias entre la orina y la sangre: de los túbulos colectores al torrente sanguíneo y del torrente sanguíneo a los túbulos colectores.
En el proceso de filtrado, absorción y secreción de la orina que tiene lugar en su recorrido a través de los túbulos colectores, la orina primaria devuelve a la sangre la mayoría de las substancias y volumen de agua filtradas.
Los 170 litros de orina primaria, elaborados por los glomérulos renales, sufren una profunda transformación, en composición y volumen, en su recorrido a lo largo de los túbulos colectores. Dicha orina, muy concentrada y convertida en lo que denominaremos “ORINA SECUNDARIA” abandona los riñones por los uréteres.
Segundo paso, formación de la orina secundaria. Efectivamente, y como acabamos de decir, la orina primaria, tras su recorrido por los túbulos, sale de los riñones como ORINA SECUNDARIA.
Se generan aproximadamente litro y medio de “orina secundaria” al día, lo que representa un 1 % respecto del volumen total de “orina primaria” (170 litros).
Desde estas páginas, propongo, esto es, se propone por vez primera en la literatura científica, denominar “orina secundaria” al fluido urinario a su salida de los riñones.
Tercer paso, formación de la orina, propiamente dicha, u “orina final”. La “orina secundaria” va a sufrir una ulterior transformación en su recorrido a lo largo del resto del tracto urinario, uréteres, vejiga urinaria y uretra, hasta formar la orina propiamente dicha u “orina final”.
Reservamos la común denominación de “orina”, u “orina final” al fluido que es finalmente excretado al exterior por la uretra, tras haber recorrido la totalidad del tracto urinario: riñones, uréteres, vejiga y uretra.
Recapitulando, nos encontramos ante una fundamental distinción terminológica y conceptual: orina primaria (elaborada y filtrada en los riñones), orina secundaria (la que sale de los riñones), y orina a secas, u “orina final” (la que es excretada al exterior por la uretra).
Considero importante la distinción de terminológica que acabamos de hacer en referencia a la orina. La confusión, o no distinción de estos términos y conceptos puede dar lugar (y posiblemente habrá dado lugar a ello) a varios tipos de errores diagnósticos y de tratamiento. Así por ejemplo, en un análisis de orina podemos atribuir genéricamente al riñón una enfermedad o disfunción achacable a otra parte del tracto urinario, tal como a la vejiga urinaria o la uretra.
Epitelios, peptidoma y células madre
¿Qué son los péptidos y en qué se diferencian de las proteínas? Los péptidos se componen de cadenas de aminoácidos. En la literatura científica a veces los términos “péptidos” y “proteínas” se utilizan de forma indistinta.
Se suelen denominar “péptidos” a las moléculas formadas por cadenas de hasta 50 aminoácidos. A partir de unos 50 aminoácidos (algunos lo extienden hasta 100) las moléculas se denominan “proteínas”. Sencillamente las proteínas son moléculas más grandes y de mayor peso molecular que los péptidos.
La orina primaria, resultado de la filtración del plasma sanguíneo por los glomérulos renales, tiene una composición muy parecida a la del propio plasma sanguíneo, exceptuando las moléculas más grandes de proteínas.
La orina primaria en su recorrido por los túbulos colectores va variando su composición, concentrándose e intercambiando componentes con la sangre. En cuanto a su peptidoma, la orina primaria se “enriquece” con las aportaciones de células exfoliadas de los epitelios que recubren las superficies de los riñones, órganos de estructura muy compleja.
¿Qué son los epitelios? Los epitelios celulares están formados por células, células que recubren y protegen a todo tipo de órganos, internos y externos, órganos tales como la piel, los vasos sanguíneos o el tracto urinario. Los epitelios están en un continuo estado de regeneración y renovación, de ahí las células exfoliadas que se desprenden de los mismos.
El fluido que sale del riñon ya como “orina secundaria” va recibiendo en su recorrido las células exfoliadas que se desprenden de los epitelios que recubren los uréteres, la vejiga urinaria y la uretra.
Comparación de péptidos en plasma y sangre. Sorprendente falta de coincidencias.
Comparando los péptidos del plasma con los péptidos urinarios, los resultados han sido calificados por la literatura científica, de muy sorprendentes. En efecto, se evidencian muy pocas coincidencias entre los péptidos del plasma y los péptidos de la orina. La mayoría de los péptidos presentes en nuestro organismo se encuentran exclusivamente bien en el plasma o bien en la orina.
¿Cómo se explica que la orina, siendo fundamentalmente un ultrafiltrado de plasma tenga péptidos de composición distinta a los del propio plasma sanguíneo? ¿De dónde proceden los péptidos de la orina?
La explicación la encontramos, en que por un lado, la mayoría de los péptidos filtrados con la orina primaria son devueltos a la sangre a través de los túbulos colectores. Por otro lado, como acabamos de exponer más arriba, las células epiteliales exfoliadas a lo largo del tracto urinario (de estructura proteica) aportan nuevos y distintos péptidos a la orina (y por ende aportan aminoácidos).
En efecto, el fluido urinario recorre los riñones, sale por los uréteres, se almacena en la vejiga urinaria y finalmente es excretado al exterior por la uretra. Todo ello tras haber sufrido profundos cambios antes de ser excretada al exterior como orina final.
Los péptidos, cadenas de aminoácidos y la terapia de orina
Aplicando lo expuesto a la terapia de orina se puede decir, en cuanto a péptidos se refiere, que la ingestión de la orina a través de la boca y de la piel supone una novedosa aportación de péptidos (aminoácidos) a nuestro organismo, péptidos que podrán ser empleados para regeneración de órganos y tejidos (tanto sanos, por recambio proteico, como enfermos, por destrucción de tejidos).
En un sentido profundo podríamos decir que la orina es elaborada “fuera del cuerpo”, esto es, exclusivamente por el sistema urinario, “ajeno” y estanco al cuerpo, por lo que la aportación de péptidos a nuestro organismo (traducido en aminoácidos) supone la ingestión de substancias que el cuerpo no “no ha elaborado” y de las que no tenía “noticia”, y que se perderían si desperdiciáramos la orina como un “desecho” orgánico.
Recapitulando, la orina que se excreta finalmente por la uretra contiene, además de muchas otras substancias, células exfoliadas del riñón, los uréteres, la vejiga, y la uretra (así como de la próstata en los hombres).
Las células madre que podemos encontrar en la orina se generan a partir de los epitelios urinarios. Células madres que tienen una creciente aplicación en las modernas terapias regenerativas actuales.
Mencionar finalmente que la medicina convencional “regenerativa” tiene a la orina como el recurso de preferencia para obtención de células madre, debido a su cantidad, calidad y facilidad de extracción, no invasiva.